Chilpancingo, Gro., a
17 de octubre de 2017.-
En sesión ordinaria del Congreso, se enlistó un exhorto por el cual el Congreso
del Estado, condena enérgicamente los ruines y cobardes homicidios de Ranferi
Hernández Acevedo, su Esposa Lucia Hernández Dircio, su suegra Juana Dircio y
Antonio Pineda Patricio, asimismo hace un atento y respetuoso exhorto al
Licenciado Javier Ignacio Olea Peláez, Fiscal General del Estado de Guerrero,
para que en un plazo no mayor de diez días naturales, efectué las
investigaciones, aprenda a los responsables intelectuales y materiales de estos
detestables homicidios, y sean castigados con todo el rigor de la ley, al
respecto la representante parlamentaria de MORENA Ma. de Jesús Cisneros
Martínez, subió a tribuna para fijar postura de la siguiente manera:
“Quiero
expresar con profundo dolor mis sinceras condolencias a los familiares, amigos
y compañeros de lucha del dirigente social y político Ranferi Hernández
Acevedo.
Exigimos
que su asesinato no quede impune, que se investigue y castigue a los
responsables materiales e intelectuales”.
Recordó
que “este es el enésimo asesinato político que ocurre en la presente
administración. Se trata de la ejecución de un líder de izquierda con ideales
opuestos a las políticas de gobierno y pasa a formar parte del resultado de una
política de terrorismo de estado, porque además se trató de un crimen múltiple
al asesinar a su esposa Lucia Hernández Dircio, a su suegra y a su chofer, para
luego borrar toda evidencia al incinerar los cuerpos al interior del vehículo”.
Explicó
que el crimen de Ranferi Hernández Acevedo, se cometió contra el conjunto del
movimiento popular y se explica con meridiana claridad que es la manera en que
el estado pretende inhibir la organización del pueblo, el crimen de Bernardo
Ranferi Hernández Acevedo, pretende acabar con una trayectoria admirable de
lucha y de ideales congruentes con la izquierda.
La
diputada además dijo que “e trata de un Obradorista guerrerense y consecuente,
que sin dejar de luchar por la defensa de la tierra y los derechos agrarios, al
mismo tiempo deseaba la transformación del país por la vía pacífica, porque él
era un demócrata.
Fue
un hombre sensible y consecuente con sus principios, le indignaba la injusticia
y por eso alzó la voz por el asesinato múltiple de Aguas Blancas, recibiendo a
cambio la criminalización de su protesta, el hostigamiento y amenazas de
muerte, fue un perseguido político”.
Afirmó
que con su muerte el mensaje es de que se continúa con el exterminio de líderes
sociales, de periodistas honestos, de estudiantes normalistas, de mujeres, se
trata de acabar con la conciencia del movimiento popular para mantener la
política económica actual, de privilegio a la oligarquía y a favor del
imperialismo, a costa del sufrimiento de la mayoría de los mexicanos.
El
estado mexicano perdió su razón de existir, dejó de ser el protector de sus
habitantes y perdió la credibilidad para garantizar los derechos humanos y
constitucionales de los mexicanos. Es muy grave que el estado ya no justifique
su existencia legal y social.
Además
insistió en que ninguna declaración del Gobierno de Guerrero respecto al crimen
es creíble, ya que lo que se quieren son pruebas contundentes hechas por
autoridades eficientes y competentes que funden los resultados y no se
sustenten en acciones desesperadas como los cazarrecompensas.
Expresó
que jamás ha habido, durante este gobierno, el orden y la paz prometida en
campaña, por el contrario se desataron las desapariciones forzadas y
ejecuciones a lo largo y ancho del territorio estatal, quedando el estado como
un simple espectador, responsable por omisión y que lamentablemente ya no
justifica su existencia.
Concluyó
su intervención exigiendo “justicia para un líder que durante toda su vida se
indignó ante la injusticia. Queremos justicia para él, familiares y personas
que lo acompañaban.
¡Basta
de impunidad!”