Chilpancingo,
Gro., a 07 de julio de 2016.- Ma.
de Jesús Cisneros Martínez, diputada de MORENA en el Congreso del Estado emitió
un posicionamiento para hablar sobre la ausencia del premio “Eduardo Neri” y
las Reformas Estructurales, cabe destacar que este premio debió ser otorgado en
octubre del año pasado 2015, pero por causas que no fueron dadas a conocer esto
no sucedió, al respecto la diputada expresó lo siguiente:
LA
AUSENCIA DEL PREMIO “EDUARDO NERI” Y LAS REFORMAS ESTRUCTURALES
Ante la ausencia de convicciones
democráticas y de congruencia en el Poder Legislativo del Estado, cobra
relevancia hoy la figura histórica del ilustre jurista y político guerrerense
Eduardo Neri Reynoso. Quien
nació en Zumpango del Río el 13 de octubre de 1887 y murió el 22 de agosto de
1973 en la Ciudad de México.
Y la pregunta obligada es la siguiente:
¿Por qué se decidió no entregar el premio Eduardo
Neri?
El gran legislador zumpangueño es recordado como el
gran orador, legislador y político mexicano.
Tuvo la oportunidad de conocer a Madero en Jalapa,
Veracruz, donde culminó sus estudios de abogado y de inmediato simpatizó con
sus ideales democráticos.
Eduardo Neri no quería ser político, regresó a
Chilpancingo para abrir su bufete y despachar casos judiciales que se
ventilaban en tribunales guerrerenses.
Pero el 13 de junio de 1911, a petición del
Ayuntamiento de Iguala, dio el discurso de bienvenida a Madero, en campaña como
candidato a la presidencia.
Con una vigorosa pieza oratoria,
con su característica verticalidad y valentía, le dijo al apóstol que, mientras
siguiera fiel a la causa de la libertad y la democracia, contaría con el apoyo
de los guerrerenses, pero si daba las espaldas al pueblo, las armas de los
Revolucionarios del Sur defenderían contra él los firmes ideales que los
inspiraban.
Madero, sinceramente emocionado, lo abrazó ante la
multitud y prometió ser siempre fiel a sus principios. Amigos y paisanos le
propusieron la candidatura a diputado federal, que declinó en principio, pero
enterado Luis Cabrera de esas simpatías, lo exhortó a aceptar.
Neri no asumió la diputación, pero su suplente
Bonifacio Rodríguez fue asimilado rápidamente por los diputados reaccionarios,
de ahí que, en enero de 1913, Luis Cabrera le dirigió una carta a Neri en la
que le explicaba la situación y lo urgía a ocupar su puesto de titular en la
Cámara de Diputados. Por su parte, el gobernador de Guerrero y amigo cercano
del licenciado Neri, José Inocente Lugo, le informó de un movimiento subversivo
contra Madero y también le hizo ver la conveniencia de asumir sus funciones y
no dudó.
En el Senado a la par de Neri,
otro legislador chiapaneco Belisario Domínguez, era impedido para expresarse en
tribuna en contra del ejército y de Victoriano Huerta. Belisario distribuía sus
posicionamientos escritos entre la población. Al poco tiempo se supo de la
desaparición del senador Domínguez.
Fue entonces cuando ya diputado
federal, el licenciado Eduardo Neri, justamente indignado, pronunció un
discurso que puede calificarse como el principio del fin de Victoriano Huerta.
En esa valerosa arenga, el diputado
Neri dijo que no parecían hombres los que seguramente habían asesinado al
senador Belisario Domínguez, sino “chacales”, pues no contentos con quitarle la
vida devoraron sus restos. De aquí que, en adelante, al dictador se le llamó
“chacal”.
Neri llamó a sus compañeros a
defender la dignidad del Poder Legislativo, se creó una Comisión para
investigar los hechos en los que presumiblemente había perdido la vida
Belisario Domínguez. Huerta montó en cólera y encarceló en Lecumberri a los
diputados e incluso disolvió el Congreso.
Luego del régimen espurio de Huerta, el licenciado
Neri volvió a ser postulado candidato a diputado federal y formó parte de la
Vigésima Séptima Legislatura.
Ya electo presidente Obregón,
para el periodo 1920–1924 y, una vez que tomó posesión, nombró al licenciado
Eduardo Neri Procurador General de Justicia de la República, cargo en que duró
un año y siete meses, pues en junio de 1922 presentó su renuncia con motivo de
los injustos ataques que miembros destacados del equipo de Obregón lanzaron
contra el Partido Liberal Constitucionalista, del que fue miembro fundador y
luego su presidente.
Fue electo hasta dos veces senador de la República
por el Estado de Guerrero y, por tanto, perteneció a las Trigésima Primera y
Trigésima Cuarta legislaturas al Congreso de la Unión.
Todo lo que representa Eduardo Neri, no bastó para
que el año pasado se le recordara. Este Congreso se hizo como si nada. Pasó el
mes de octubre y nada se dijo sobre Eduardo Neri, se desdeñó al gran
guerrerense jurista y legislador.
Según el artículo 218 de la Ley Orgánica del Poder
Legislativo del Estado, número 286, día 13 de octubre de cada año, en el marco
del natalicio del distinguido guerrerense, debe entregarse en sesión pública y
solemne, la presea “Eduardo Neri Reynoso” en reconocimiento al trabajo de
diputados que formaron parte de legislaturas anteriores.
Pero aquí en Guerrero hay un severo problema en
este Congreso para conmemorar el natalicio del zumpangueño Neri, repito un
severo problema que lo podemos resumir en una pregunta:
¿A qué guerrerense de la legislatura anterior local
o federal, entregarle la presea “Eduardo Neri Reynoso”?
No hay quién y eso es lo verdaderamente grave. No
hay verdaderos representantes populares. Peor aún, muchos están en el Muro de
la Ignominia por traición a la patria, luego del Pacto contra México y las
reformas llamadas estructurales.
La verdad diputadas y diputados, resulta vergonzoso
que ante la ausencia de prospectos ni siquiera se declare desierto el premio,
lo único que se les ocurre es hacerse de la vista gorda.
Quise hacer esta participación para recordar a este
ilustre guerrerense que debió ser homenajeado desde octubre del año pasado,
pero ante la penosa situación de no tener a quién entregar el galardón se le ignoró
y no se hizo al menos la conmemoración en honor a su natalicio.
¡Que viva el guerrerense Eduardo Neri, gran
legislador mexicano!
Muchas gracias.
Atentamente
MA. DE JESÚS CISNEROS MARTÍNEZ
Representante
de MORENA en la LXI Legislatura al Congreso del Estado de Guerrero