Participación de la
diputada Ma. de Jesús Cisneros Martínez, durante la sesión del día de hoy 30 de
junio de 2016, en el recinto del Congreso del Estado de Guerrero.
Voy a recordar a
Ricardo Flores Magón que dijo:
“Cuando muera, mis
amigos quizá inscriban en mi tumba: Aquí yace un soñador, y mis enemigos: Aquí
yace un loco. Pero no habrá nadie que se atreva a estampar esta inscripción:
Aquí yace un cobarde y traidor a sus ideas”.
Diputados y diputadas:
Amigas y amigos de la
prensa:
La salud es un derecho
humano para todos y no un privilegio para unos cuantos. Debe también ser un
bien público y no privado. El estado a través de sus gobiernos debe
garantizarlo.
La llamada
homologación de los servicios de salud que propone la reforma, es hacia abajo y
debe ser hacia arriba, es decir, homologar hacia lo mejor y no hacia lo peor,
en ese sentido pretender homologar las instituciones de salud con el Seguro
Popular, significa destruirlo todo.
En el discurso Peña
Nieto suena bien, que toda persona deberá ser atendida en cualquier
institución, pero esto será solo y mientras la persona en cuestión sufra de
algunas de las enfermedades enlistadas en un cuadro básico de enfermedades y
que nada tienen que ver con el que ya actualmente se maneja, si se aprueba la
reforma, este cuadro de cobertura de enfermedades será aun más limitado,
saldrán del cuadro todas las enfermedades crónicas, como lo es la diabetes, los
trastornos de riñón que requieren diálisis, la hipertensión arterial, etcétera,
los medicamentos, así como las cirugías, tendrán un costo mientras las
medicinas solo se darán para enfermedades del cuadro que serán las más
sencillas: dolor de estomago, diarreas, dolor de cabeza, gripe, etcétera.
El esquema de
contratación a través de Asociaciones Público Privadas (APPs) en el sector
salud tiene la intención de privatizar este servicio pese a que el Gobierno
Federal lo niegue.
Este tipo de
asociaciones, en las que el Gobierno contrata a empresas privadas para que
construyan y administren los servicios, se enmarcan dentro del Acuerdo Nacional
hacia la Universalización de los Servicios de Salud, que impulsa el Presidente
Enrique Peña Nieto.
Aunque el Gobierno
Federal lo niega, cada vez más se está dando a la iniciativa privada servicios
que deben ser garantizados por el Estado.
REFORMA publicó este
martes que el IMSS construirá un hospital de 144 camas bajo la figura de la APP
en Bahía de Banderas, Nayarit, cuyo contrato a 25 años tendrá un costo de mil
141 millones de pesos. El Gobierno federal tiene planeado construir 12
hospitales en el país, comprometiendo los recursos por décadas y dejando que
quienes brinden el servicio sean los particulares.
El Estado da el dinero
y contrata una empresa que es la que construye el hospital, pero además se
compromete con contratos de 25 o 30 años, y es la empresa privada la que se
vuelve empleador de los médicos y la que recibe ganancias.
Por otra parte quienes
ofertarán servicios del seguro reducido son empresas médicas privadas y se les
pagará con dinero público. Los servicios no incluidos en ese grupo que llamarán
“universal” serán cobrados aparte a los usuarios.
En esta realidad cruel
las personas con mayores necesidades son las menos atendidas, sea porque se les
niegan los servicios o porque no pueden pagarlos.
Por otra parte igual
que pasa con la reforma laboral contra los maestros, la reforma de salud tendrá
impacto directo en las relaciones laborales del sector salud, en el caso
concreto la enfermería que está consignada a ser enfermera general A y jamás
aunque tengan licenciatura, grado especial, posgrados, cursos, talleres,
etcétera, de ahí no pasarán. Todas las enfermeras que hoy son enfermeras
generales C, pasarán a enfermera general A, con la respectiva disminución de
sueldo al bajar su categoría.
En realidad se
pretende sentar las bases para responsabilizar las deficiencias del sector
salud, se busca criminalizar la actividad profesional tanto en el servicio
público como privado, así ante la aprobación tal cual de la reforma se inicia
la privatización de la salud en nuestro país.
Con estos
procedimientos nos quedaremos sin bienes y sin servicios de carácter público.
Nos están dejando sin país y aquí por ignorancia o por solapamiento no hay
quién le diga a Peña Nieto que rectifique, los que se creen amos y señores de
México, impusieron comprando votos al más irresponsable de todos para hacerlo
presidente, a este personaje de telenovela no le interesa nuestro bienestar, no
tiene ni idea de sus iniciativas y procedimientos. Pero ya estamos en el último
tramo del despeñadero.
Y no crean que por las
elecciones en el 2018 va a detenerse. Ya el sistema tiene claro que al
decolorarse el PRI le está poniendo más levadura al PAN concediéndole
gubernaturas. El régimen usa a un partido o a otro para mantener sus
privilegios, con la novedad de que ahora el PAN carga una rémora: el PRD.
Ojalá y le caiga el 20
a Peña Nieto, que prepare un gobierno de transición y que nos entregue el mando
sin sobresaltos, no queremos reconstruir la patria sobre escombros, queremos
hacerlo con responsabilidad y en un ambiente de reconciliación nacional.
Mientras tanto, desde
esta tribuna le digo a los médicos y doctoras de Guerrero y de México que desde
MORENA los vamos a apoyar para frenar estas privatizaciones y que en el 2018
vamos a revertir estas reformas llamadas estructurales, ánimo que ya falta
poco, y no importa el tiempo que ya hayamos luchado, una década o dos, en la
vida pública de una nación, son apenas un suspiro.
Muchas gracias.
Atentamente
Ma.
de Jesús Cisneros Martínez
Representante
Parlamentaria de MORENA en la LXI Legislatura